Y OTRA VEZ A CORRER

UUUUFFFFFFFF  las  8:00. Mi vuelo a Santiago sale a las 10:00, que despiste yo pense que era a las 10 de la noche, ascensor a la 1ª planta, desayuno a toda prisa y a por otro taxi que me lleve otra vez al aeropuerto, el nerviosismo y el apuro se me debe notar porque el taxista se parte de risa y se atreve a darme un consejo: “con calma que estamos en Cuba…se va a acordar de mi” le pregunto su nombre. Entro al aeropuerto como elefante en una cacharrería y casi doy contra el mostrador, porque esta terminal, que es para vuelos nacionales es bien pequeña. Pregunto por mi vuelo y Que razón tenía Carlos el taxista. ESTÁ RETRASADO, SALDRÁ UNA HORA MÁS TARDE!!!!!!. Ahora toca esperar, aprovecho para llamar a casa y avisar que estoy bien y para aburrirme/relajarme/seguir aburriendome…. Y para volver a ponerme nerviosa que ya es la hora de salida del vuelo y aquí nadie dice nada. Al fin nos llaman para embarcar, 5 minutos antes de la hora establecida, bajamos la escalera y allí detrás de la puerta está la pista y el avión, a-vion-ci-to, claro para 20 que vamosa viajar, con 5 minutos sobra para que subamos todos y salimos en tiempo

Dos horas después llegamos a Santiago, a un aeropuerto pequeñiiiiiiiiiito y muy bonito donde la cinta es casi de juguete, bajan el equipaje, la gente coge sus maletas se marcha y en el medio de la sala quedamos 4  mirándonos con cara de interrogación y sin maletas, el avión a punto de despegar…rumbo a Baracoa, buscan en la otra bodega y UFFFF!!!!     Ahí viene la mía ya pensé que me quedaba sin ropa.